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lunes, 21 de mayo de 2012

Plan Bolonia

ÍNDICE GENERAL de "EL CULTURAL"


El Plan Bolonia
por Carlos Á Trevisi (12-2008)

 

El desprestigio de la política y de los políticos se debe casi exclusivamente al hecho de que el sistema que impulsa a la acción no se corresponde con la realidad. Es tal la rapidez con que se precipitan los acontecimientos que no hay tiempo para hurgar en los planos ocultos de la realidad, que exigen  una profunda reflexión que abarque la mayor cantidad  posible de variables  (y vaya esto en el mejor de los casos, que si hilamos fino…). De ahí que seguramente haya caído en desuso aquello de que la educación es demasiado importante para quedar en manos de los maestros.

 

Un programa de televisión que aborda distintos temas de actualidad presentó a cuatro políticos representantes de otros tantos partidos a debatir sobre el tema Bolonia. Hubo coincidencias respecto de las nuevas posibilidades que se brindan a los estudiantes (asistir libremente a cualquier universidad europea -comenzando la carrera en un país y terminando en otro, por ejemplo); se habló de la existencia de antiguos planes aún en vigencia que autorizan alternancias parecidas pero que no satisfacen tan integralmente sus aspiraciones (Erasmus), etc.

 

Un tema, sin embargo, nada “light”, en el que coincidieron todos -una profesora universitaria del PSOE y uno de igual ocupación del PP, en los que primaba su condición de políticos- , habría exigido una reflexión más profunda y marcado con claridad las diferencias entre ambos.
Se trataba de reivindicar una necesidad que ya la universidad argentina de la década del sesenta había puesto en marcha: insertar la Universidad  en la sociedad favoreciendo estudios que sirvieran a los intereses de las empresas de modo que a través de la especialización no sólo se encontrara una salida laboral a los estudiantes, sino que las empresas contaran con gente que por "pertenecer" al medio se consustanciaría mejor.
Con todo que es de dudosa importancia lo que manifestaron, en fin, podría aceptarse como marco. Lo grave fue que no supieron explicar -pese a que se planteó el asunto- qué pasaría con las carreras de humanidades a las que, poco más o menos,  se las invitaba a seguir adelante como en la actualidad, no sin antes dejar en claro que habría carreras que desaparecerían porque la misma demanda de los estudiantes, aún hoy, día va dejando desiertas más de una de ellas; o que los tales profesores de la tertulia (¿políticos?) no dieran razones de fondo para plantear objetivamente las reservas que exige una adhesión a Bolonia .
Esto de restar importancia a las humanidades no es achacable al sistema universitario, que tiene su atraso –las universidades españolas son paquidérmicas y con esa “agilidad” no es extraño que no figure ninguna de ellas entre las cien mejores universidades del mundo- sino mas bien al desborde social propio de un país que en treinta años se ha enriquecido de tal modo que sus jóvenes han perdido el rumbo hacia el conocimiento y se han dedicado a hacer dinero. Si hoy día deserta uno de cada tres universitarios no será porque la universidad no funciona sino porque nuestros jóvenes viven una vida  despreocupada  de los valores que tendrían que alimentar su voluntad y su inteligencia (de ahí entre otras cosas que las mujeres, no imbuidas aún de esa necesidad de hacer dinero,  hayan copado el “mercado” universitario y cuantitativamente superen a los varones en número de graduados). Tampoco es de descartar que las PYMES, que representan el 80 % del PIB español estén en manos de gente lista pero sin preparación, que ha sabido encausarlas en épocas de bonanza aunque sin la vitalidad necesaria para la  prospección de un devenir no muy lejano. El hecho es que tales escaseces no las autorizan a participar de los cambios tan profundos que se están operando si no encaran una reforma  productiva que no saben cómo llevar a cabo y para la cual, por temor a perder el control de su “creación”,  excepcionalmente buscarían ayuda profesional universitaria.
Así, la demanda de universitarios quedaría en el ámbito de ese 20 % restante que representan las grandes empresas transnacionalizadas, que contratarían  a sus ejecutivos junior allá donde se instalaran. En este punto se podría asegurar, sin un gran margen de error, que difícilmente contraten españolitos   hasta que no asumamos que una de las más terribles fallas de su formación radica en que no saben inglés, detalle al que no se aludió en ningún momento y que tiene tela para cortar, porque, entre otras cosas, sólo los colegios privados imparten un buen nivel de lengua inglesa.
La universidad no es sólo para aprender medicina, química o derecho. Le cabe la obligación de ofrecer una educación epistemológica para crear universos  reflexivos  que apunten al saber antes bien que a cómo fabricar un tornillo o administrar una empresa. La postura que sostenían los profesores invitados al programa era la de condicionar esos saberes a las necesidades de la empresa que, eventualmente, hasta  “subvencionarían” carreras. Así, se me ocurre con mordacidad,  habría estudios superiores en tornillos, válvulas de coches, ordenadores, teléfonos móviles… pero difícilmente facultades de ciencias sociales.
Las sucesivas circunstancias que han empujado al mundo a esta nueva catástrofe económico-financiera que estamos viviendo exige ir a las fuentes, porque no es cuestión de que no sepamos defendernos ante tamaño atropello. La estafa por 50 mil millones de dólares que perpetró Madoff en EE.UU. es operativamente tan antigua que mete miedo. Eso de la “pirámide” lo hace cualquier Manolito como el amiguito de Mafalda. Y nadie se dio cuenta (¿nadie?) ¿Cómo es posible que ese canalla prometiera un 100% de interés a tres meses de realizada la inversión? ¿Sabrán estos profesores invitados al programa que los paraísos fiscales guardan 3 billones de dólares -3 billones, con 12 ceros- de dinero negro que no tributa y que baja, según las circunstancias, (drogas, armamentismo) aquí o acullá para seguir acumulando más millones y millones? 
Las empresas ya no tienen ni autonomía económica ni financiera. Los bancos son sus  socios principales y , en su legítima búsqueda por ganar dinero (porque es legítima, mal que nos pese) son ellos los que eligen los productos que necesita el mercado: cómo tienen que ser (o no ser), cuándo deben aparecer (y cuándo desaparecer); dónde tienen que comercializarse (y dónde no); a qué precios, y demás. Se acabó la época en que Henry Ford levantaba una fábrica de autos sin contar para nada con los bancos, a los que jamás pidió un dólar prestado. Hoy día para conseguir un crédito lo que le importa al banco es que el proyecto satisfaga sus intereses;   si no fuera así no hay crédito y, consecuentemente, no hay producto. El paradigma de esta miseria son las empresas farmacéuticas (os ruego visitéis “La salud no es un derecho” en http://www.fundacionemiliamariatrevisi. com/articulosdeopinion/poli6b.htm) y las patentes  que resguardan sus derechos exclusivos).
La gravedad de esto radica en el hecho de que esta complacencia con Bolonia en los términos actuales de aplicación puede perjudicar seriamente a la universidad pública, privando a la sociedad, a la que pretende defender, de valores esenciales que únicamente aquella puede brindar: nadie “monta” una universidad con la mira puesta en la sociedad y, aún si así fuera, llegado el momento, sus circunstancias financieras y necesidad de supervivencia tirarían por la borda sus mejores intenciones.
Todo indica que el afán por “pertenecer”  nos arroja en manos de Bolonia sin haber lavado la ropa sucia antes. Hay estadios que no se pueden saltar, a menos que aspiremos a una universidad “coca-cola”, en la que el envase vale más que el contenido.  




2 Sep 2010 ... Es posible que la implantación del llamado modelo Bolonia (que algunos profesores llaman "la amenaza Bolonia") tenga muchos de los ... Una espléndida noticia, al margen de que sea cierto o no que el modelo Bolonia es solo una estrategia del Mercado Feroz para acabar con los heroicos especialistas en filología wahili o para reconvertir a los novelistas en ingenieros. De las costumbres arcaicas que aún padecemos en la enseñanza, pocas hay más absurdas y dañinas que las llamadas "lecciones magistrales" (no es broma, se llaman así).

Los sacos de dormir vuelven a adornar el vestíbulo de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Lo hacen más de un año después del punto álgido del movimiento estudiantil contra el proceso de Bolonia, que ha dado un modelo común a las universidades de 47 países europeos, con tres ciclos: grado, máster y doctorado.
Allan E. Goodman preside el Institute of International Education, una entidad estadounidense que lleva 90 años fomentando los estudios universitarios en el extranjero y que hoy gestiona más de 200 programas, entre ellos, las becas Fulbright o el Study Abroad. Experto en diplomacia pública y relaciones exteriores, fue asesor de Inteligencia de la Administración del presidente estadounidense Jimmy Carter.
Bolonia o el capitalismo académico por ENRIQUE JAVIER DÍEZ GUTIÉRREZ
El proceso de convergencia europea, que se presenta como una forma de armonizar los diferentes sistemas universitarios europeos, tiene un espíritu que casi todo el mundo podría compartir: equiparar las titulaciones; desarrollar un aprendizaje más centrado en el estudiante, reduciendo el peso de las clases magistrales, o potenciar la docencia tutorizada y de tipo seminario. El problema del Plan Bolonia es el marco global en el que se inscribe y la filosofía que orienta esta reforma.
La universidad ante Bolonia por Carlos Paris. (Público)
No deja de ser curioso observar que, en el debate sobre el Plan Bolonia, una gran parte de los estudiantes, supuestos beneficiarios del mismo, lo rechazan, frente a los rectores, que lo defienden, y a los ministros, que lo acordaron y firmaron. La masa frente a la minoría gobernante. Una manifestación más del modo en que, en la Unión Europea, la elite en el poder marca caminos que divergen, muchas veces, de la voluntad popular.
España: un notable en la aplicación de Bolonia, Daniel Basteiro, 29 de mayo de 2009
A pesar de que la semana pasada Bruselas criticó la lentitud en la implantación del proceso de Bolonia en España, ayer el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, recibió un cuatro sobre cinco en la aplicación de las medidas previstas, desarrolladas por sus antecesoras. La noticia se hizo pública durante la primera sesión de la reunión interministerial que congrega en Lovaina (Bélgica) a los responsables de educación de los 46 gobiernos que forman parte del Proceso de Bolonia.
No embolonien la educación por Lucía Álvarez. Caras y Caretas, Argentina.
    Miles de estudiantes europeos están movilizados desde hace meses en contra de la unificación de los programas de estudio de las universidades del Viejo Continente, una medida que está por implementarse y que tiene un tufillo neoliberal.
    Pablo Gentili, secretario adjunto del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), dijo: “El aniversario de la reforma universitaria de 1918 nos encuentra frente a una pérdida de legitimidad del discurso neoliberal en toda la región. Este momento exige una gran dosis de creatividad para avanzar en una reforma universitaria que amplíe y consolide instituciones académicas inclusivas y que se centre en un modelo de excelencia asociada a la democratización efectiva de la producción y difusión de saberes”.
Preguntas sobre Bolonia, por Manuel Atienza , El País, 30-03-09
    [...] Es casi imposible no pensar que lo que la reforma de Bolonia va a producir en un futuro inmediato, con la sustitución de las licenciaturas por grados, es justamente una degradación de los estudios y de las titulaciones; o sea, los graduados de mañana sabrán menos que los licenciados de hoy y tendrán un título que les abrirá menos oportunidades laborales. ¿O alguien cree que por arte de birlibirloque, aun contando con el concurso de pedagogos y psicólogos, lo que antes se aprendía en cinco años va a poder ahora asimilarse en cuatro? Quedan, claro, los estudios de posgrado, pero ¿cuántas universidades estarán en condiciones de ofrecer títulos de master "competitivos en el mercado laboral"? [...]
    Más de 20 artículos de actualidad.
Bolonia merece un debate , por Susana Narotzki (Público)
    Los estudiantes reunidos en asamblea en diversas universidades de España han solicitado una moratoria de la aplicación del Plan Bolonia y la apertura de un gran debate nacional sobre el modelo de universidad pública que queremos. Esta demanda no sólo es razonable, sino que en la actual coyuntura político-económica es la única razonable. En efecto, el llamado Plan Bolonia
–y en concreto las transformaciones pedagógicas y gerenciales a que ha dado lugar– es la expresión de unas políticas neoliberales iniciadas hace casi 30 años por la sra. Thatcher en el Reino Unido y que, en este momento histórico, han quebrado en todos los sentidos.
El Plan Bolonia, por Carlos Á. Trevisi  16 de diciembre de 2008.



BOLONIA (Estudios Universitarios)



        Rosa Navarro Durán
        «La reforma de Bolonia me da pánico. Es descafeinar aún más unos estudios en crisis»

¿Necesita el sistema universitrio un cambio? por Guillermo Bernabeu y  Rafael Bonete. El país, 23 de setiembre de 2008.
      ¿El proceso de Bolonia es el cambio adecuado?
       Este artículo fue  publicado por DIÁLOGOS educativos en el año 2001. Me crucé con él  Releyendo mis archivos de entonces y me llamó la atención que poco más o menos estuviera, ya por aquel momento, anticipanto lo que sería Boloniaen la actualidad.
     Con él se pretende que converjan sistemas educativos superiores muy distintos entre sí, con la finalidad de facilitar la movilidad de estudiantes y profesores y de conceder validez a los títulos universitarios de cualquier país para poder trabajar en otro distinto

 

Bolonia como metonimia

     Por Josep Maria Fonalleras, escritor (EL PERIÓDICO, 02/12/08):
Hace unos años, leí en una propaganda institucional que “Bolonia no es un plato de pasta”. Eran los inicios de las campañas para promover el conocimiento sobre el Espacio Europeo de Educación Superior, conocido por sus siglas (EEES) y objetivo final de la llamada Declaración de Bolonia, firmada en 1999 por 29 estados europeos en la ciudad natal de Morandi y de la más histórica universidad occidental. El hecho de que Bolonia fuera el lugar escogido tenía su enjundia simbólica, por supuesto, ya que se trataba de enlazar la fecunda tradición universitaria de diez siglos con el reto que se planteaba en la declaración: crear una especie de comunidad educativa en la cual se pudieran conseguir altos grados de “comparabilidad”, como acaba de escribir el catedrático Abel Mariné.

 

Bolonia como unidad de medida

    Por Josep Joan Moreso, catedrático de Filosofía del Derecho y rector de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (EL PAÍS, 05/12/08):
El sistema métrico decimal, es decir, esta manera tan cómoda de medir los trayectos que recorremos y el agua que nos bebemos y de pesar los alimentos que ingerimos, comenzó a establecerse en Francia de la mano de la Revolución Francesa. Alcanzó el éxito porque favorecía la coordinación mejor que cualquier otro sistema. A pesar de que la estabilidad, uniformidad y sencillez del sistema métrico decimal parecía augurar un éxito rápido, su establecimiento no fue cosa fácil. Había mucha resistencia a este cambio, un rechazo producto de la ignorancia, el miedo y la desconfianza.

Errores sobre Bolonia  Editorial El País, 30 de noviembre de 2008
Algo se ha hecho mal cuando la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior, conocido como Proceso de Bolonia, ha suscitado interpretaciones tan alejadas de la realidad como que supone la privatización, mercantilización y degradación de los estudios universitarios. Ésta es la idea, equivocada, que ha movido las protestas estudiantiles de las últimas semanas. Bienvenida sea una movilización que tenga como propósito defender la Universidad pública, con tantos problemas como enfrenta desde siempre. Pero es evidente que, en este caso, la desinformación ha llevado a atribuir al Proceso de Bolonia propósitos que no tiene

BOLONIA: El caso de la ministra desaparecida  por SUSANA PÉREZ DE PABLOS (El País, 21-12-08)

  Los universitarios recriminan a Garmendia la falta de liderazgo en el conflicto de Bolonia


      Noticias, reportajes, videos (El País, 18 de diciembre de 2008).

La Declaración de Bolonia fue firmada en 1999 por 29 países para promover la homologación de los títulos en la UE y fomentar la movilidad de los estudiantes y profesores. Debe completarse para 2010.


         

Extraordinario 2008:Tiempos de cambio universitario en Europa



Presentación
 
Renovación de la Oferta Educativa / Educational offer renovation
La organización de las enseñanzas de grado y postgrado
El «éxito laboral» de los jóvenes graduados universitarios europeos
Aprendizaje activo y metodologías educativas
 
 
 
La sociedad y la nueva universidad europea / The society and the new european university
Políticas de participación estudiantil en el proceso de Bolonia
El proceso de Bolonia en el horizonte latinoamericano: límites y posibilidades


    El movimiento estudiantil parece estar resurgiendo.
En las diversas ciudades del Estado español los estudiantes se echan a la calle para protestar contra el Plan Bolonia, que no es sino un giro más en la vuelta de tuerca que está dando el Capital para adaptarse a los nuevos tiempos. Las cosas se están poniendo muy feas y más que se pondrán: incremento del paro y de la precariedad laboral [1] , privatización de la enseñanza y de la sanidad, auge del fascismo, aumento de la represión y la presencia policial… Todo esto es una realidad que va in crescendo y que el estudiante no debe ignorar. La desunión entre los distintos frentes supone que sea más fácil vencernos. Debemos solidarizarnos con otros afectados por el mismo problema. Esta lucha no se puede reducir a las universidades.
Bolonia: es el dinero, estúpido, SUSANA PÉREZ DE PABLOS 26/12/2008  El País.

    La financiación de las universidades no llega para poner en marcha en España la reforma europea - El endeudamiento total es bajo, aunque 10 centros tienen déficit


      No tienen suficientes recursos para el cambio que se les pide, algunas comunidades autónomas les han recortado o congelado su presupuesto, deben poner en marcha numerosos másteres que les cuestan caros, los alumnos pagan el 12% de media de lo que cuestan realmente sus estudios y tienen muchos títulos con pocos alumnos que les cuesta una millonada mantener. La escasez de la financiación para docencia e investigación tiene muchísimo que ver con los problemas que están sufriendo las universidades públicas y con el conflicto por la puesta en marcha de la reforma de Bolonia.



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