DIÁLOGOS educativos
I
Entrevista
de Carlos A. Trevisi a una madre con hijas en edad escolar Se llevo a cabo hacia 1990 cuando sus hijas asistía a nivel secundario la mayor y y primario respectivamente. Paloma Martín, que así se llama la madre de referencia pertenecía al AMPA de laas esucelas de sus hijas. Hoy día sus hijas son graduadas universitarias.
II
ASOCIACIONES DE PADRES DE ALUMNOS
***
I. Entrevista
"LOS HIJOS ABANDONAN A SUS PADRES, LOS INVADE LA SOLEDAD, SE
DESPRENDEN DE ELLOS MISMOS, DE LA VIDA... Y ACUCHILLAN A LA MADRE".
Su nombre
es Paloma Martín. Madre de dos hijas: una, en el nivel primario; la mayor, en
el secundario. "Mi familia es monoparental", nos repite lo que se
suele decir de aquéllas donde falta el padre o la madre. Desocupada, vive de un
subsidio y de las pocas pesetas que gana en algún que otro trabajo de
circunstancias. Joven y reflexiva, analiza la problemática educativa y
familiar con crudeza y precisión.
"Muchos
hijos ya tienen abandonados a sus padres. Así como los padres abandonan a sus
hijos también los hijos abandonan a sus padres" -nos explica. Llega un
momento en el que dicen: 'Ya te conozco: te he analizado y sé cómo eres'.
También se desprenden de sus profesores: 'Ya los he captado', apuntan.
Entonces, se van desprendiendo, se van desprendiendo... los invade la soledad,
hasta que se desprenden de ellos mismos, de la vida, y acuchillan a la
madre".
-DIARIO DEL NOROESTE ha publicado en los últimos días
una serie de noticias referidas a conflictos que se suscitan en las escuelas y
a hechos de sangre consumados por adolescentes. Pareciera que la violencia se
ha hecho de nosotros.
-La
violencia está instalada en todos nosotros. Se nos ha incorporado al extremo de
que ya no le prestamos atención. La televisión la ha introducido en nuestros
hogares. Es tan inevitable que así sea, como que es real. El problema, con
todo, no es la violencia. El problema es el tratamiento inade-cuado que se le
da.
- ¿En los medios?
-Los medios
parecen vivir de eso. Pero me refiero al hogar y a la escuela. Una profesora en
la escuela de la "peque" utilizó la guerra de Kosovo con fines
didácticos y planteó que los serbios eran "buenos" y los
albano-kosobares, "malos". Con un criterio tan estrecho se puede
afirmar que la violencia les pega a los chavales dos veces, y hasta tres, pues
en nuestros hogares reina la indiferencia. Los padres y maestros, necesitamos
ayuda. Hay que terminar con el abandono del niño.
-¿Ves alguna solución?
-Yo no
tengo la solución. Sólo describo lo que pasa. Sospecho que hay un proyecto de
una España prestadora de servicios y los servicios no requieren de gente que
piense. Nos están manipulando, limitando.
-¿La LOGSE, la ESO serían los agentes de esa limitación en el ámbito
de la educación sistemática?
-La ESO es
ofensiva para los chavales. Los angustia. Los chavales con capacidad y ganas de
aprender sucumben.
-¿En la escuela privada sucede lo mismo?
-No sé. No
mandaría a mis hijas a una escuela privada. Lo que necesitamos es que la
escuela pública se abra;que dialogue con la familia. La familia se automargina
de la escuela porque los profesores están a la defensiva; no se involucran.
-¿Recuerdas algún caso en particular?
-No hace
mucho un trabajo que consistía en agrupar a los chavales para estudiar una
época de la historia terminó en un fracaso. Cada chaval exponía ante sus
compañeros el tema que se le había asignado sin más. Los profesores evaluaban
cada intervención. Fueron todos suspendidos. Tres meses tirados a la calle.
Por supuesto, el peso del fracaso cayó sobre los chavales.
-Sin embargo el proyecto muestra un interés por cambiar las formas
tradicionales por algo más participativo.
-Los
cambios cuestan mucho y se necesita de una adecuada formulación para llevarlos
a cabo. Fuera de contexto no sirven para nada. El problema viene de lejos,
desde la escuela primaria. No se enseña a aprender. En algún momento hay que
remediarlo. Y no se remedia improvisando. De un sistema en el que el profesor
habla y el chico escucha sin ninguna participación, no se puede saltar a otro
en el que el alumno toma parte activa y nada menos que en el rol del maestro.
-¿Qué rol cabría a un AMPA en estos problemas?
-La escuela
tiene un Concejo Escolar en el que participan hasta cuatro padres, que, se
supone, deberían acudir a las reuniones porque están representando a otros
padres que los votaron. Pero no siempre acuden ni siempre son los que deberían
ser. El chico siempre queda en el medio.
-Y la dirección de la escuela, ¿cómo procede?
-En el caso
del trabajo al que hice referencia, dijo que había sido aprobado por el
claustro de profesores y respaldó lo actuado.
-¿Aún habiendo sido tan evidente el fracaso?
-Así es. Se
intentaba implicar a los alumnos en el fracaso. Se daba por hecho que eran los
responsables de que las cosas no hubieran andado bien. Ahi se termina la lucha,
aún antes de empezar. Por cada diez padres que protestan hay 200 que no saben
de qué se trata: ni han preguntado a sus hijos ni sus hijos se lo han
comentado. A esta edad, muchos hijos ya tienen abandonados a sus padres. Así
como los padres abandonan a sus hijos también los hijos abandonan a sus padres.
Llega un momento en el que se dicen: "Ya te conozco: te he analizado y sé
cómo eres." También se desprenden de sus profesores, de todo el mundo,
hasta que los invade la soledad y se desprenden de ellos mismos, de la vida, y
acuchillan a la madre.
-¿Habría una solución que involucrara a todas las
partes? ¿Qué se podría hacer en el seno de
la familia?
-Todavía no
he encontrado la fórmula, pero lo voy intentando. Cuando a mí me bautizaron
como madre me dije: "Paloma, te vas a equivocar el 99% de las veces, pero
debes intentarlo". Y eso es lo que estoy haciendo: preguntarles todos los
días qué dudas tienen; escuchar sus problemas; ayudarlas a pensar; estimularlas
para que se metan en la vida.
-¿Cuál sería el cómo de un maestro?
- Tiene que
sacar de cada chaval lo mejor de sí. Si sólo sirve para cortar papel, tendrá
que "trabajarlo" para que sea el mejor cortando papel. Tiene que
lograr que cada chaval se sienta bien consigo mismo, que se sienta una persona.
-¿Cómo te imaginas un AMPA?
- En la
lucha por la educación. No siempre coincide la realidad, sin embargo, con lo
que yo aspiro a que sea. Por lo general las AMPAs son la escalera a la fama de
más de uno con ambiciones políticas. Así, las AMPAs se alejan de su verdadera
historia, de sus objetivos, y encaran las necesidades de la familia más que las
educativas del chaval. Cuando los padres descuidan lo educativo los profesores
se desmadran y los padres pierden protagonismo.
-¿Qué es la FAPA?, ¿Para qué sirve?
-Para nada.
No creo en ella. La FAPA nos acaba de enviar la propaganda de una tienda que
vende ordenadores. Esa no es su función. Antes que vender ordenadores a los
padres debería explicarles la importancia de su uso en la escuela.
II
AMPAs
Las asociaciones de padres de alumnos
A juzgar por la escasa
cantidad de padres que participamos de las AMPAs, parece no interesarnos mucho
su quehacer. Esta falta de interés se manifiesta también en otros niveles
institucionales, por ejemplo en las Plataformas, o en nuestra desconexión con la
FAPA en tanto federación que articula el accionar de las AMPAs. El resultado de
esta indiferencia redunda en el pobre papel que jugamos en el ámbito escolar.
Ha de resultar sumamente duro participar de ellas como para que los padres
eludamos sistemáticamente el compromiso de asistirlas, tratándose de una
institución con un rol tan significativo como para tener representación en los
consejos escolares, donde se resuelve, entre otras cosas, nada menos que la
designación de los equipos directivos.
El eje del
funcionamiento de las AMPAs es la dirección del centro. El director tiene que
tener claro, ante todo que los padres somos los primeros educadores de nuestros
hijos; que los grandes temas de la educación tienen que ver con las actitudes afectivas, volitivas, intelectuales
y de libertad antes bien que con los contenidos;
que en un mundo caracterizado por la velocidad
y la precisión es imprescindible el desarrollo
de la imaginación en un entorno integrador capaz de recrear circunstancias; que
dado que es la realidad la que golpea, corresponde al maestro administrarla
para que el aprendiz la transite y "habite" su propia conclusión; que
el entrecruzamiento de variables se ha constituido en una red que ha terminado
con la linealidad 'causa-efecto' en beneficio de una intercausalidad que reina
indiscutida: todo tiene que ver con todo, todo es susceptible de integrarse con
todo ; que el eje de la "enseñanza" se ha tornado errático, que la
realidad ha satisfecho hasta el hartazgo la natural arborescencia del
aprendizaje, que esa red crece tan velozmente que para mantener el sistema en
equilibrio se ha hecho imprescindible actuar con gran precisión; que es
imperioso que la escuela participe de la red y, velocidad mediante, se mantenga
en ella; que se integre a la realidad e integre a las partes actuantes y que se
actualice para mantenerse en un equilibrio de acomodamiento y cambio ante lo
que se avecina..
Cuando la dirección de
un centro ha asumido su rol, no le será difícil integrar un AMPA nutrido de una
gran variedad de "tipos" de padres. Básicamente, padres a los que
interese una gestión orientada a lo social y aquéllos a los que, autorizadamente,
interese la gestión educativa. Esta AMPA funciona porque es inclusiva, porque
se integra en la globalidad de los intereses de la comunidad educativa.
Cuando a la dirección
no le interesa la colaboración de los padres, rompe elegantemente con ellos
dejando que se constitiuyan directivas heterogéneas, sin lineamientos, que a
poco de andar abandonan la gestión o, peor aún, se constituyen en mandatarios "de
facto" que hacen y deshacen a voluntad. Por lo general se trata de AMPAs
de "gestión social" en las que el interés se centra en las
necesidades de las familias más carenciadas de la escuela. Se: subvencionan
libros, excursiones, visitas a museos, circos, parques de diversiones, etc.,
casi todas actividades que se organizan desde el área académica; se destinan
algunos dinerillos para material didáctico o se dictan cursos extracurriculares
que, normalmente, no se articulan con las tareas áulicas. Estas AMPAs no
funcionan porque son exclusivas, no se integran en la globalidad de los
intereses de la comunidad.
Los padres deben
colaborar con la gestión del hijo en la escuela. El asunto es qué ofrecerles,
cómo abrirles la puerta para que concienticen y asuman operativamente ese
natural deseo de que su hijo los supere.
Habrá que motivarlo
"didácticamente": montar un cine club con debate a cargo de
sicopedagogos que orienten la conversación hacia lo educativo; organizar
jornadas deportivas o salidas en común, lo que favorecería un acercamiento
entre ellos; iniciar una escuela de teatro, un coro, charlas, conferencias,
bolsas de trabajo, etc.
Dirigir un AMPA que
salga al encuentro de las necesidades de los padres significa algo más que
venderles libros a bajo precio, es orientarlos en la búsqueda de una salida que
los empuje al interrogante, a la madurez, a una personalización que les permita
ser ellos mismos entre otros, a una visión universalista de la vida. (Carlos A. Trevisi)
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